La sordina magnética Bech fue inventada por Terry Bech, un violinista profesional de la Orquesta Filarmónica de Radio en los Países Bajos en los años 80. Insatisfecho con la calidad de sonido de las sordinas tradicionales, Bech desarrolló su propia versión utilizando caucho y imanes. Su invención mejoró la calidad del sonido en orquestas profesionales y ha sido utilizada por músicos de cuerda de todo el mundo durante más de 30 años.